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El sueño ¿Por qué es importante?



En las dos últimas décadas, el mundo occidental ha modificado sensiblemente pautas de vida cotidiana al punto que, si hoy comparáramos nuestros horarios con los de hace 20 o 30 años, notaríamos diferencias muy significativas.


Además de la velocidad que imponemos a todas nuestras actividades, es notoria la menor

cantidad de horas que dedicamos al reposo nocturno, momento durante el cual se debiera

dormir, al menos 6 a 8 hrs. según la edad de cada persona. En el transcurso de esas horas ocurren en nuestro organismo situaciones ignoradas por nosotros, como por ejemplo: secreción de hormonas, modificaciones de temperatura, de la frecuencia cardiaca y de la respiratoria, cambios en las actividades digestivas, etc. Todas son fundamentales para el mantenimiento de la salud y el desarrollo adecuado de los actos de nuestra vida diurna.


La vida actual nos obliga a estar alertas y despiertos más tiempo y la sociedad utiliza ese período de nuestra lucidez para ofrecernos más entretenimientos y más distracción. La consecuencia de ello es que, al disminuir las horas necesarias de sueño, se padecen durante el día diferentes situaciones de fastidio para las que, en muchos casos, no se encuentra explicación.


Lo que más comúnmente aparece en personas que duermen menos, en forma voluntaria (autodeprivación de sueño), es dificultad para concentrarse mentalmente, disminución de la velocidad para ejecutar actividades conocidas, decaimiento, desinterés, alteraciones del

carácter y, muchas veces, somnolencia durante el día. Estos son síntomas comúnmente encontrados en los relatos de personas que sufren de insomnio.

En un Simposio auspiciado por la OMS y la Federación Mundial de Sociedades de Investigación del Sueño en 1995, se evaluaron todos los trastornos mencionados, particularmente en relación con el insomnio, que es el padecimiento más frecuente entre los que se quejan de problemas de sueño, pero no es el único. El Ronquido con o sin Apnea del Sueño, también es causante de síntomas similares y a veces más graves. (apnea: interrupción de la respiración)


Publicaciones recientes en diferentes revistas médicas han llamado la atención sobre falta de conocimiento de la población acerca del dormir, y sobre todo del dormir bien. Probablemente, la necesidad de hacer muchas cosas, nos haya hecho olvidar que dormir es algo importante que debemos hacer cada noche.



Por qué es importante dormir bien?

La respuesta está en que el sueño es una función vital para el desarrollo de la vida. Distintas hipótesis, confirmadas por los hechos, le atribuyen: trascendencia en la maduración neurológica del recién nacido y el niño (el sueño aparece ya en la vida intrauterina); reposición de energía física y psíquica; fundamental importancia en los procesos de aprendizaje y preservación de la memoria. Una persona que duerme mal (en cantidad o en calidad) además de padecer los síntomas ya

mencionados, puede ser víctima o provocadora de accidentes de toda índole. Esto lo confirmó un estudio realizado por la Sociedad Europea para la Investigación del Sueño, en un estudio cooperativo realizado entre varios países de la Comunidad, hace 4 años. Un estudio similar y con evaluación de costos por los accidentes se realizó en aproximadamente la misma época en USA.

Actualmente, en los países del llamado “primer mundo” se está trabajando intensamente para concienciar a las autoridades gubernamentales y a la población en general acerca de este tema fundamental.

Sería importante que nosotros comenzáramos una tarea similar.


Qué es dormir bien?

Se trata de un concepto subjetivo, pues, hasta ahora, la evaluación la realiza cada uno de nosotros.

Por ello, es conveniente saber que, además de la cantidad de horas que se dedican al sueño, éstas deben ser rendidoras para la actividad diurna. Es decir, se debe tener en cuenta la “calidad del sueño”.

En consecuencia, estas son algunas pautas de un “buen dormir”:

  • Dedicar al sueño nocturno una cantidad de horas regular y satisfactoria (6 a 8 en los adultos).

  • Sentirse descansado y animoso al levantarse en la mañana.

  • No moverse, levantarse, o hablar durante el sueño.

  • No roncar ni tener interrupciones respiratorias.

  • No despertarse sin causa aparente.

  • No tener sueños desagradables o pesadillas en forma reiterada

Somnolencia, Trabajo y Accidentes

En nuestro país, son muy frecuentes los accidentes de tránsito en las calles y rutas en horas de la madrugada. Las notas periodísticas hacen referencia especial a que ciertos choques ocurridos entre las 5 y la 6.30 a.m. no tienen explicación o bien “no se entiende cómo el conductor realizó tal maniobra”. Habituados a ver en los choferes de transporte público conductas inapropiadas, no tomamos en cuenta de que muchos de esos graves desastres pueden estar relacionados con una alteración de la capacidad vigíl.


Por otra parte, en un porcentaje importante de la comunidad médica general se desconoce las patologías del sueño y, en la práctica , ante la consulta de un individuo que tiene dificultades para dormir, no se tiene presente cuál es su horario de trabajo, si tiene turno rotatorio, si sus hábitos de vida están alterados o, lo que es peor, si éste padece algún trastorno respiratorio durante el sueño. Gran parte de esos pacientes desempeñan tareas de alta responsabilidad y pueden poner en riesgo su vida y la de sus semejante, sin saberlo jamás.


No son infrecuentes los accidentes laborales u hogareños relacionados con la disminución de la capacidad en el rendimiento por fatiga o caída de la atención como consecuencia de trastornos del sueño (insomnio, síndrome de apnea del sueño, alteraciones del ritmo circadiano, etc.).

La gravedad de estas circunstancias radica en que la población ignora las consecuencias de la deprivación de sueño o de la modificación de los ritmos biológicos.


La Comunidad Europea y USA se preocupan especialmente por lo que se relaciona con accidentes laborales y de tránsito y encontraron asociación estrecha entre ambos temas en los casos de trabajadores con turnos rotatorios y con alteraciones que provocan somnolencia como el Síndrome de Apnea del Sueño y la Narcolepsia. Esta afirmación está sustentada por numerosas publicaciones e investigaciones realizadas en países altamente industrializados y se ha observado en conductores de camiones, trenes, pilotos de líneas aéreas, operadores de pistas y otros que han sufrido ataques de somnolencia/sueño durante una tarea laboral.


Un grupo de investigadores se reunió en Septiembre de 1994 para discutir la conexión que existe entre ellos, sus mecanismo y las medidas que deberán tomarse en el futuro. La organización de este encuentro estuvo a cargo del “Instituto Nacional para la Salud y los Factores Psicosociales” y por el “Departamento de Neurociencias Clínicas del Instituto Karolinska”, Suecia.

El Suplemento 2 del Volumen 4, Diciembre de 1995 del *Journal of Sleep Research*(1) publicación oficial de la European Sleep Research Society, estuvo dedicado a los temas tratados en ese encuentro, bajo el título: * Horas de Trabajo, Somnolencia y Accidentes.* En su artículo:*Conductores Somnolientos* los Drs. J.A.Horne y A.Reyner del Laboratorio de Sueño de la Universidad de Loughborough, Leicestershire, Inglaterra, encontraron que “el 20- 25% de los accidentes ocurridos en las rutas son debido a que los conductores se quedan dormidos mientras manejan. Los datos fueron obtenidos de 606 accidentes de ruta relacionados con somnolencia.


Las horas pick de estos accidentes fueron entre la 2.00 y las 6.00 hrs. y las 15.00 y las 16.00

hrs. Datos similares relacionados con las horas pico se encontraron en USA, Israel y Finlandia. ** Los Dres. A.Samel, H.M.Wegmann y M. Vejdova, del Instituto de Medicina Aeroespacial, de Alemania, aportaron datos relacionados con Jet-Lag y Somnolencia en la Tripulación Aérea.


La somnolencia también juega un rol importante en accidentes y errores del personal que realiza vuelos reiterados a zonas alejadas, con importantes cambios de horario. Se da como ejemplo el grave accidente que sufriera un avión de la Estación Naval de USA en Guantánamo, Cuba, en 1993. La tripulación había realizado 18 horas de trabajo, habiendo volado 9 hrs. y dormido menos de 5 hrs. durante las 24 hrs. previas. ** El Dr. David Finges, Universidad de Pensilvania, Departamento de Psiquiatría y Centro del Sueño y Neurobiología Respiratoria, en su trabajo An Overview of sleepiness and accidents, se refiere a temas como “Error humano y accidentes”, “Somnolencia y error humano”, “Fatiga y accidentes laborales”, “Fatigas y choques”, para finalizar con “La prevención de Accidentes relacionados con somnolencia/fatiga”. Menciona conocidos desastres ocurridos durante la noche, atribuidos a fatiga en el lugar de trabajo: 1979, incidente en la planta nuclear de Three Mile Island; 1984, desastre con pesticidas para plantas en Bhopal; 1986, explosión en la planta nuclear de Chernobyl; 1989, encalladura del petrolero Exxon Valdez. Finges reflexiona acerca de que en casos de graves accidentes de trabajo las empresas realizan profundos análisis acerca de los diversos aspectos técnicos de la falla humana, pero no tienen en cuenta las causas que los motivaron ( ej. el horario, la fatiga, la caída en el nivel de atención, el esquema de sueño del personal, etc.)


En USA el informe especial sobre Costo de los Accidentes señala que “el número de accidentes relacionados con el sueño es más grande de lo que señalan las estadísticas”. Además, un alto número de personas “no saben que sufren de trastornos del sueño y por eso les resulta difícil admitir que se durmieron en la ruta”. Esta situación, como se puede apreciar, es similar a la que observamos en nuestra población, razón por la cual podemos extender a nuestro medio los resultados de las investigaciones publicadas en países del hemisferio norte.


La conclusión de los investigadores de USA en su artículo relacionado con Somnolencia y Salud (2) señala que “la somnolencia leve produce sólo trastornos menores en funciones sociales y laborales. La moderada está asociada a episodios de adormecimiento durante actividades que requieren cierto grado de atención (manejando un auto, en el cine o en el teatro) y pueden causar notables trastornos en la vida social, conyugal o en el trabajo.


La severa, producida por deprivación de sueño derivada de exigencias laborales o como consecuencia de Apnea del sueño, puede alterar las funciones mucho más marcadamente, causando un amplio rango de defectos neuropsicológicos, que incluyen disfunción cognitiva, depresión e irritabilidad. Se asocia con accidentes de transito o laborales, así como con situaciones dramáticas en momentos en que es necesario mantener la vigilia.” Es preciso, en consecuencia, dar a conocer todo lo relacionado con Somnolencia, Trabajo y Accidentes para evitar la repetición de catástrofes y mejorar las condiciones de vida de los individuos.


El costo económico, afectivo y emocional de estos graves incidentes disminuirá en la medida en que se aumente el conocimiento de los factores causales. Lo que en otros países ha sido planteado y analizado hace más de 10 años, en el nuestro aún no se le brinda la importancia que tiene y las autoridades de la salud no abren los ojos ante un tema vital


Referencias:

1) Torbjorn. A (Guest Editor): Work Hours, Sleepiness and Accidents. Journal of Sleep Research. Vol. 4, Suppl.2. December 1995.

2) Briones, B et al: Sleepiness and Health. Relationship beetween Sleepiness and General Health Status. Sleep: 19 (7) 583-588, 1996.

3) Leger, D: The Cost of Sleep Related Accidents: A Report for the National Comission on Sleep Disorders Research. Sleep: 17 (1) 84-93, 1994

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